06/10/2024

Papa Francisco encabeza multitudinaria despedida a Benedicto XVI

La basílica de San Pedro acogió la última despedida al papa Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado 31 de diciembre a los 95 años. A lo largo de los tres días de capilla ardiente, miles de personalidades y feligreses despidieron al primer papa que renunció a su cargo en seis siglos, siendo este jueves cuando se le ha dado un último adiós en un funeral solemne presidido por el papa Francisco. Así, se cierra la era de convivencia de dos pontífices en la Iglesia.

El féretro ha salido a hombros por la puerta de la basílica de San Pedro. A las 9:00 horas ha dado comienzo en la misma plaza la misa funeral, con la entrada del papa Francisco. El evento fúnebre ha finalizado a las 11:00 horas.

El funeral no ha sido de Estado por lo que han asistido menos autoridades y representación política. Es más, las únicas delegaciones invitadas de manera oficial han sido las de Italia y las de Alemania, su país natal. Tampoco se ha decretado luto oficial en Italia.

Entre las personalidades más ilustres: la reina emérita de España, doña Sofía o el rey Felipe de Bélgica, así como representantes políticos de Portugal, Polonia, Eslovenia, Hungría, Francia y Colombia. De parte de EEUU ha acudido el embajador en el Vaticano, Joe Donelly. Por parte de España también han acudido el ministro de la presidencia, Félix Bolaños y la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.

En el altar, además del papa Francisco -que ha celebrado la misa con casi 4.000 sacerdotes- ha estado presente el cardenal decano, Giovanni Battista Re. Más de 1.000 periodistas de más de 30 países se han acreditado para cubrir el evento que marcará el cierre de una era en el Vaticano.

El papa Francisco insta a “seguir sus huellas”

Durante su discurso, el papa ha reivindicado la “búsqueda apasionada” de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a “seguir sus huellas”.”También nosotros, aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida”, ha señalado el Pontífice en la homilía de la misa.

Además, ha destacado la “sabiduría, delicadeza y dedicación” que Benedicto XVI “supo esparcir a lo largo de los años”.

Aunque en su homilía prevista, el papa sólo nombraba a su antecesor como “nuestro hermano” -tampoco lo hizo en la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII-, en la frase final se ha referido directamente a él improvisando su nombre. “Benedicto, fiel amigo del esposo (Dios), que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz”, ha dicho.

En la ceremonia, las lecturas del Evangelio han sido en inglés, español e italiano.

Enterrado en la antigua tumba de Juan Pablo II

Los restos de Benedicto XVI descansan en las grutas vaticanas, concretamente en la antigua tumba de Juan Pablo II, en la cripta bajo la basílica de San Pedro. Además, Ratzinger ha sido revestido con la dignidad papal, ataviado con la casulla roja y una mitra blanca con bordes dorados.

En el ataúd además se han colocado las monedas y medallas acuñadas entre 2005 y 2013, las de su pontificado que acabó en renuncia. Son 7 de oro según el número de años, 10 de plata según el número de meses y 9 de bronce.

En un tubo metálico, se introducirán algunos textos con los hechos más destacados de su biografía como Benedicto XVI en un pergamino escrito en latín. “Luchó con firmeza contra los delitos cometidos por representantes del clero contra menores o personas vulnerables, llamando constantemente a la Iglesia a la conversión, la oración, la penitencia y la purificación”, se lee en el documento que resume la vida de Joseph Ratzinger.

También se destaca que fue un “teólogo de reconocida autoridad” que ha dejado “un rico patrimonio de estudios e investigaciones sobre las verdades fundamentales de la fe”. Al final, incluye la frase escrita en latín ‘Semper in Christo vivas, Pater Sancte’ con la fecha de su nacimiento y muerte.