Tristeza en el Vaticano: así fue la última misa del papa Francisco antes de su fallecimiento
El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a las 7.35 (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. Francisco atravesaba problemas de salud a causa de la neumonía bilateral que se le diagnosticó el pasado 14 de febrero y le hizo pasar varios días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma.
Ayer, domingo 20 de abril, el papa Francisco hizo su última aparición pública desde el balcón del Vaticano, en la logia central de la basílica de San Pedro, para dar la Bendición “Urbi et Orbi” en la Misa de Pascua.
Luego de sus palabras, Francisco recorrió la plaza en papamóvil, en lo que ahora se interpreta como su último adiós a los fieles. Se lo notaba visiblemente debilitado y con ciertas dificultades para moverse, aunque se detuvo a bendecir a varios niños en el recorrido.
Las últimas palabras del papa Francisco
En la Misa de Pascua, el sumo pontífice se encontraba en silla de ruedas, con un aspecto desmejorado. A causa de sus problemas respiratorios, delegó la lectura de su discurso, pero a pesar de su estado de salud, quiso estar presente para saludar a los miles de peregrinos que estaban presentes en la Santa Sede.
Durante su aparición, el papa Francisco apenas pudo pronunciar unas pocas palabras antes de dar paso al maestro de ceremonia para que leyese su mensaje: “Queridos hermanos y hermanas, feliz Pascua. El maestro de la ceremonia os leerá el mensaje”. A partir de ese momento, y con el papa presente, un colaborador procedió a la lectura.
El tema central de la bendición fue la libertad religiosa y la paz en el mundo. “La paz no es posible sin libertad religiosa, de pensamiento, de expresión”, fue una de las frases más destacadas de su discurso.
¿Cómo fue la última misa del papa Francisco?
La última misa donde estuvo presente el papa Francisco fue leída por uno de sus ayudantes ante 35.000 fieles congregados en la plaza. Allí, Bergoglio reclamó el alto al fuego en la franja de Gaza, “donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre”, sentenció el mensaje.
También mostró su preocupación por el creciente clima de antisemitismo, difundido por todo el mundo, y criticó especialmente los ataques a colegios y hospitales: “Que nunca se debilite el principio de humanidad como eje de nuestro actuar cotidiano”.
Otro de los puntos claves de su bendición fue la carrera armamentística en el mundo. En ese aspecto, el papa Francisco comentó que la paz no es posible sin un verdadero desarme. Por último, Bergoglio se acordó de otras guerras, como la de Ucrania, el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, o la situación en regiones africanas como la República Democrática del Congo y Sudán.
Los días previos al fallecimiento del papa Francisco
El estado de salud que atravesaba el sumo pontífice no le impidió participar de todas las celebraciones. Días antes de su aparición pública en la Misa de Pascua, Bergoglio visitó la prisión de Regina Coeli, tradición que adoptó desde 2013 para las ceremonias de Jueves Santo, cuando se conmemora la Última Cena. Solía lavar los pies de los presos, como Jesús lo hizo con sus discípulos. Además, también visitaba centros de refugiados de Roma.
