02/12/2024

Murió Pedro Messone, ícono del folclore chileno

Fue reconocido como uno de los grandes de este género musical. En los inicios de su trayectoria recibió ofertas para quedarse en México y desarrollar allá su carrera, pero eligió volver a Santiago y persistir en su trabajo con el folclor local.

En el Hospital del Salvador, en Providencia, falleció el Premio Nacional de Música Folclórica 2018, Pedro Messone, a días de cumplir los 84 años.

La información fue confirmada la madrugada de este jueves por el también músico y director de orquesta, Horacio Saavedra, quien empleó su cuenta de Instagram para dar a conocer la noticia.

Junto a una foto que los muesta juntos, el director de orquesta escribió: “Descansa en Paz en los brazos del Señor, Pedro Messone, Gloria de nuestra música“.

La publicación recibió de inmediato numerosas reacciones de personas que expresaron su pesar por la partida del recordado cantante.

Fueron muchos los que hablaron de Pedro Messone como “un señor de la música y el folclore”.

Su trayectoria

Pedro Messone nació en Temuco el 6 de junio de 1939, pero muy pronto se trasladó con su familia a Valparaíso, por lo que se presentaba como “un porteño nacido en Temuco“.

En el puerto conoció a Luis Urquide, el “Chino”, con quien estableció una gran amistad e integró el grupo Los Cuatro Cuartos.

Junto al grupo Los de Las Condes participó en el Festival de Viña de 1965 con el tema “El Corralero”, que obtuvo el segundo lugar.

En 1966 volvió a la Quinta Vergara, junto a Los Paulos con la canción “La burrerita de Quillagua”, la cual obtuvo el primer lugar de la competencia folclórica.

Más tarde, Pedro Messone lanzó su carrera como solista y también incursionó como actor.

Messone se fue acercando cada vez más a la actuación. Recibió así una invitación para integrarse en el papel de un lustrabotas en La pérgola de las flores, que Eugenio Guzmán desarrolló en la primera mitad de los años 60 junto al Teatro Ensayo de la Universidad Católica. Su entusiasmo actoral no interrumpió su trabajo musical, hasta que las exigencias crecientes de ambas actividades lo obligaron a optar por una de ellas.

En 1964, la compañía de la que Messone formaba parte recibió una invitación del gobierno de México para ir a presentar La pérgola de las flores en los principales escenarios de ese país. Le planteó Los Cuatro Cuartos su intención de tomarse un tiempo lejos del país, pero el permiso se convirtió más bien en una discusión entre ambos y, en definitiva, terminó con la salida de Messone del grupo. Pese a ello, el cantante nunca llegó a arrepentirse de priorizar su desarrollo solista, y pudo con el tiempo incluso reparar su relación con ellos.

Recibió ofertas para quedarse en México y desarrollar allá su carrera, pero eligió volver a Santiago y persistir en su trabajo con el folclor local.Se encontró de regreso con Sergio Sauvalle, quien recién se había ido de Los Huasos Quincheros y guardaba una canción que a ese conjunto no le había interesado, pero que se imaginaba muy bien en la voz de Messone. Dicha canción se llamaba “El corralero”.

Messone la escuchó, distinguió de inmediato su valor, y propuso armar un conjunto con otros vocalistas, para lo cual convocó al destacado Rolando Alarcón , José Luis Hernández y Renato Lederman. Nacieron así Los de Las Condes, cuyo primer escenario importante fue el Festival de Viña de 1965.

Su interpretación para “El corralero” no pudo sobrepasar a “Mano nortina”, que Los Cuatro Cuartos habían llevado y que se quedó con el primer lugar. Pese a ello, recibieron un muy peculiar premio de consuelo. La misma noche de la premiación, Chino Urquidi se acercó a Messone y le dijo: “No ganaron, pero será su canción la que trascienda”. Qué duda cabe ahora sobre la popularidad de “El corralero”.

Los de Las Condes fue un grupo de vida breve (menos de un año) que dejó como legado seis sencillos de 45 rpm -revoluciones por minuto- para el sello RCA, y un LP.

El lanzamiento de Pedro Messone como solista era un paso casi inevitable, no tanto por estrategia del cantante sino por la secuencia que hasta entonces llevaba su carrera. Su popularidad era, a esas alturas, casi la de una estrella pop, sustentada en parte en su imagen y en la insistencia de la prensa de espectáculos de la época por vincularlo a los modos de un galán. Sus compañeras sentimentales llegaban a las páginas de la revista Ritmo, cuyas lectoras obligaron a la publicación a compartir el “Gato de oro” de 1966 (un premio que medía la popularidad de las figuras locales) entre Messone y el famoso Pollo Fuentes.

El sello RCA ya le había advertido a Messone que su siguiente publicación debía ser la de un solista, pero faltaba dar con una canción que sostuviera esa nueva faceta. Como tantas veces antes en su trayectoria, el cantante supo hacer jugar a su favor a las circunstancias. En una conversación informal con su amiga Paz Undurraga, esta le comentó de un tema de Willy Bascuñán que Los Cuatro Cuartos habían descartado, y que podía acomodarle para su siguiente álbum. Se llamaba El solitario.

“El solitario” fue el primer disco de Pedro Messone como solista. Se publicó a fines de 1966 y además del ya citado tema de Bascuñán, incluyó otros dos títulos que alcanzarían gran éxito: “Pa’ mar adentro” y “El ovejero”. Más tarde grabó “El cigarrito”, un tema que hasta entonces nadie había grabado. Poco después el propio Víctor Jara la incluyó en su álbum debut, extendiendo la versión que se ha convertido en clásico.

Meses más tarde de esa publicación, una nueva sociedad con Rolando Alarcón llevó al Festival de Viña de 1967 la pericona “Niña, sube a la lancha”, tercer lugar en la competencia folclórica de ese año. Corría el mes de febrero y Messone recibió en camarines la sorpresiva noticia del suicidio de Violeta Parra, con quien el cantante había llegado a forjar una amistad profunda y que no pocos confundieron con un improbable romance sobre el que hasta hoy se urden leyendas, sin mayor fundamento.

En el momento del ascenso de la Unidad Popular, Messone dejó claro que no estaba comprometido con la política, hecho que marcó su carrera. Ahora bien, es conocida su simpatía por la dictadura de Pinochet.

En esos años, se le vio en la Quinta Vergara como parte del jurado. Su último triunfo en ese escenario fue el que obtuvo en 1982 con el tema «La tejedora», de Sandra Ramírez.